lunes, 30 de junio de 2008

HE VENCIDO AL MIEDO

Catedrales. Pasé la noche del domingo en Londres y el lunes me he venido al estreno de Wimbledon. Escribo estas líneas ya con mi mano derecha en disposición de hacerlo, porque la última vez tuve que aporrear el teclado sólo con la izquierda, y desde su pista central. En unos minutos va a empezar el partido entre Djokovic y Berrer, aunque a mí me hubiera gustado poder ver a mi paisano Nadal, que espero pueda ganar como en Roland Garros. Nunca había estado aquí y es una gran experiencia. Es un mundo diferente al mío y siento que estoy en la catedral del tenis justo antes de ir a la catedral del motociclismo, Assen.
Punto de inflexión. He atravesado en las últimas semanas una etapa dura, de reflexión, pasando mucho tiempo en el hospital, por lo que no quería volver a caerme y hacerme daño. He meditado sobre mi deporte, viéndolo todo negro, y eso te hace exagerar sobre los riesgos que conlleva y a tener mucho cuidado. Creo que de alguna manera me ha venido bien esta lesión y compararía esta etapa con la de 2005, cuando me sancionaron en Motegi y me impidieron correr en Malaisia. Esto ha sido un punto de inflexión para darme cuenta de que hay que calcular bien cada paso que se da para que no salga mal. Ahora, igual que hace tres años, he recibido un toque de atención. Entonces era porque estaba siendo demasiado agresivo y ahora porque me creía capaz de demasiado. Eso me llevaba a intentarlo todo sin pensar en las consecuencias. Esto me ha servido para, sin perder la confianza en mí mismo y seguir pensando que puedo lograr muchas cosas, tener presente que hay que ir con cuidado.
En Donington. No creo que llegara a Donington habiendo perdido la mirada del tigre. Eso ocurre cuando se ha conseguido todo lo que se perseguía y se ha perdido la motivación. Mi situación era diferente. Venía de hacerme mucho daño en Montmeló y tenía miedo de hacérmelo otra vez. No me escondo del miedo. En el pasado podía darme vergüenza decir que tenía miedo, pero creo que es positivo hacerle ver a la gente que somos humanos, y que como cualquier otro también podemos sentir miedo alguna vez. He pasado miedo y le he tenido mucho respeto a la moto, pero también puedo decir que he vencido al miedo.
El warm up fue clave. El domingo por la mañana, en el warm up empecé más decidido, rodé más rápido, recuperando confianza en la rueda trasera y vi que con más decisión las cosas me salen mejor. Con ojo y con respeto, pero con menos miedo que el viernes o el sábado, cuando me clasifiqué penúltimo. También me vino muy bien una charla que me dio el sábado por la noche Juanito, mi mecánico de confianza. Me dijo que no me centrase tanto en mejorar la moto, que parara menos en el box y rodara más. En el warm up no paré ni una sola vez y di 15 vueltas, más que nunca, porque durante todo el fin de semana lo máximo que había rodado seguido habían sido cuatro vueltas. Soy un piloto que cuanto más kilómetros hace, mejor va.
La carrera. Salí con mucha más confianza y viví una contradicción. Salir tan atrás, en sexta fila, me quitó toda la presión y no tenía ni una pulsación más de lo normal, cuando en la parrilla siempre se me disparan. Estaba tranquilísimo, con un sentido del humor y una felicidad que nunca había sentido en ninguna parrilla. Eso me permitió pilotar como yo sabía. No pude hacerlo como Stoner, porque no se pueden bajar dos segundos de repente, pero bajé mi ritmo para protagonizar esa remontada. En la salida me coloqué hacia el exterior. Lo hago siempre que no salgo delante y, aunque se corren riesgos, me salió bien y pude adelantar a cinco pilotos de una tacada. Creo que nunca me había salido tan bien una jugada así. Ahí vi que podía hacer una gran carrera y corrí con mucha más confianza. Se rodó rápido para las condiciones de viento que había, y no me favorecí de la caída de ningún piloto, lo que da más mérito a mi sexto. Ahora, intentaré disfrutar del momento y correr sin presión. Estoy a un paso de recuperar mi chispa.
Gracias. Han sido muchas las muestras de apoyo que he recibido al salir del hospital y quiero darle las gracias a todo el mundo por ello. He visto que en BOX34, el blog de mi amigo Mela, se han escrito comentarios de apoyo al igual que en otros sitios. Insisto, gracias a todos y hasta después de Assen.

martes, 10 de junio de 2008

MI MANO IZQUIERDA ESCRIBE

Mi mano izquierda escribe. La otra está dormida. Volví a caerme, por mi culpa, por los neumáticos, por la pista, por el caracol que pasaba por ahí… Eso no importa. Importaría si tuviéramos un botón de rebobinar, pero no es así. Lo cierto es que me hice daño y que me acaban de operar. Estos días mientras estaba en la cama 'ensuerado' no quería pensar en el porqué pasó, ni lamentarme por tanta ¿mala suerte? Eso de la mala suerte es relativo. Si tan sólo me diera un paseo por la Dexeus me sentiría afortunado. Por cierto, si alguno de los que estáis aquí me está leyendo, que sepáis que estoy contigo. No te hundas, todo esto pasará, y que lo que no mata te hace más fuerte.

Desde una habitación de 15 metros cuadrados empiezo a escribir esta columna con mi mano izquierda. ¿Qué puedo contaros? Después de pediros perdón en la anterior, ahora este nuevo error me hace ver la vida de diferente manera. Dicen que no paraba de repetir las mismas preguntas tras la caída: “¿En qué curva me he caído?” “¿Cómo ha sido?” “¿He ganado alguna carrera?” Cada dos minutos volvía a lo mismo. Entiendo que todos estuviesen preocupados, menudo susto. En mi corta carrera deportiva he estado en situaciones parecidas y siempre he podido salir de ellas.

Ha sido la segunda carrera que me pierdo desde que debuté con 15 años. La primera fue en Malasia 2005 por sanción. Esta en Barcelona, cerca de casa, por lesión. Las dos saben mal, muy mal. Una vez vista la prueba desde mi habitación, quiero felicitar a Dani Pedrosa porque ha hecho un carrerón. Desde el principio ha sido el que mejor ha pilotado y ha hecho una carrera perfecta. Muy bueno el detalle de Dani con su apoyo a los guardarraíles. Yo también tenía pensado apoyar esta iniciativa, porque buena falta hace. A Valentino también hay que darle la enhorabuena por esa gran remontada. Tengo ganas de disputarme algún una victoria con alguno de ellos dos. Y si algún día logro batirles mano a mano, me sentiré muy orgulloso. Son dos pilotos tan diferentes como difíciles de batir.

¡Gracias Pol! ¡Gracias equipo! El sábado no pude ver nada. Estaba en la UCI, pero justo cuando entré en la habitación el domingo por la mañana vi a Pol Espargaró con un letrero en el que me daba ánimos. No sabéis lo que pueden llegar a ayudar palabras como esas. Pol es un piloto que me recuerda mucho a mí cuando empezaba, nuestras trayectorias son muy parecidas en nuestros inicios. Después vi mis dos motos con una pancarta que me habían escrito medio italiano medio español mis compañeros del equipo. ¡A todos gracias! No hay fracasos, sólo hay cosas que se hacen bien y que se hacen mal. Ahh, estoy contento porque lo de Tito Rabat al final no ha sido nada. Estaba preocupado por él.

Me han puesto un calmante para el dolor y estoy muy a gustito. Tengo que agradecer a la gente que ha venido a visitarme, en especial a mi amigo Jonathan, que ha estado prácticamente todo el tiempo aquí, a mi madre, a Marcos Hirsch, a Dani Amatriain, al Doctor Mir, a Sebastià Salvador (presidente del RACC) y a Héctor Martín. Lo cierto es que si hubiese estado sólo habrían sido unos días muy tristes y aburridos. También a los que me han tratado muy bien, como el patrocinador del equipo ACER, que me ha regalado dos extraordinarios portátiles.

Últimamente recibo cientos de cartas de los aficionados que me hacen tener en cuenta lo importante que es dar ejemplo para los jóvenes. Trataré de transmitir siempre buenos valores, algo de lo que antes no me daba cuenta. Por último, como mallorquín me siento orgulloso de tener a un compatriota tan bueno como Rafa Nadal. El lado positivo de estar en la Dexeus es que pude ver todo el partido. Para mí es un ejemplo de superación, trabajo y dureza mental.