martes, 27 de octubre de 2009

ESTE AÑO NO ME TOCABA


Posibilidades reales. Os garantizo que el título no se había convertido en una obsesión, pero reconozco que hubo posibilidades reales de título, sobre todo, antes de Donington y después de Portugal. Esas carreras me hicieron pensar que era posible. Había que ir bien en los siguientes circuitos, pero no fue así. En Phillip Island me caí y en Sepang tenéis muy fresco lo que pasó.

Última fila. Cuando me dijeron que tenía que salir último, no me lo podía creer. Es bastante absurdo que te manden atrás porque se haya cerrado el semáforo del pit lane. No hubiese pasado nada porque me dejaran ir a mi segunda plaza de la parrilla. No hubiese causado ningún problema, pero supongo que las normas están para cumplirlas y si se cierra el pit lane...

Lo que pasó. Hay cinco minutos desde que se abre hasta que se cierra la calle de boxes. Para una vuelta tardas dos minutos y te da tiempo a dar dos si quieres. Me dijeron que diera dos para adaptar los neumáticos. Normalmente sólo damos una antes de la de reconocimiento final, porque vamos justos de gasolina, pero en agua no corremos el peligro de quedarnos sin combustible. El caso es que tardé en salir, porque la moto uno no arrancaba, y la vuelta que di la hice pisando huevos por el agua que había.

La salida. Tuve que salir al ataque, aunque no a la desesperada, porque no quería volver a caerme. No me puse muy nervioso y me lo planteé como si fuera una carrera de seco. Salí muy bien. La telemetría así lo dijo, porque mi tiempo en los primeros cien metros suele ser de 2,8 segundos y en agua hice 2,9.

Maneras de frenar. Me puse a la derecha de Toseland y, cuando él empezó a frenar, yo estaba metiendo la sexta marcha. Me sorprendió lo rápido que frenó él. Yo no lo hice muy tarde y, al ver que todavía me quedaban metros para llegar a la curva, solté frenos y adelanté a algunos pilotos. Luego, tuve la suerte de que se molestaron entre ellos y me metí por dentro, pasando a alguno más a la salida de esa curva y en la siguiente. Llegué muy pronto a Valentino y pensé que estaba atrás porque no se quería caer de ninguna manera. Estaría algo tenso y, cuando me vio, se dijo que si lo hacía Lorenzo también podía hacerlo él. Se pegó a mi rueda, copió, entre comillas, mi trazada y cogió buen ritmo, al punto de que me pasó y yo, simplemente, no pude seguirle esta vez. Estuvo a punto de tener una caída, pero no creo que eso hubiera cambiado las cosas.

Mis felicitaciones. Me han preguntado si me costó acercarme a felicitar a Rossi. Es una cuestión de respeto, de ser señor y de reconocer la valía y el talento que tiene este piloto. Si es superior a ti, como ha sido el caso este año, hay que reconocerlo y darle la enhorabuena. Mis felicitaciones para él. En cuanto a las bonitas palabras que me dedicó, también me han preguntado si creo que las hizo con sinceridad. Hay que tener en cuenta que Valentino es un piloto simpático y, si en ese momento se comportó así conmigo, es porque creía que debía hacerlo, porque lo sentía del mismo modo en que yo decidí ir a felicitarle.

No tan gallina vieja. Respecto a su celebración con el mensaje de que gallina vieja hace buen caldo, me pareció una buena idea, lo mismo que lo de los huevos, aunque no creo que sea un mensaje subliminal. En lo que no estoy de acuerdo es que sea tan viejo como dice, porque si Bayliss ganó con 37 años, y él tiene ahora mismo sólo 30...

Volveré. El próximo año volveré a intentar plantar batalla. No me puedo quejar de la evolución que llevo estos años, porque voy a más, pero mejorar ahora una décima o centésimas cuesta más que antes. Tendré que trabajar un poco más y espero llegar a 2010 como subcampeón. Para ello sólo debo acabar la carrera de Cheste, aunque ganase allí Stoner, que está muy fuerte. Creo que lo haré

martes, 20 de octubre de 2009

AHORA VALORO MÁS LOS APOYOS RECIBIDOS


Felicidades al campeón. ¡Hola a todos! Primero de todo quiero felicitar a 'Julito', que se lo merece. Aún recuerdo cuando corríamos de pequeños. Mirad la foto que guardaba en mi ordenador. ¡Disfruta de ese premio, campeón! En mi caso, el primer título fue lo mejor que he vivido hasta el momento en mi carrera. Pero, después de la alegría en Portugal, donde todo salió perfecto hace quince días, ahora ha tocado una de hiel. El fin de semana fue muy complicado por culpa de una maldita indigestión. Cené algo en mal estado el jueves junto al equipo y lo pagué los dos días de entrenamientos, porque me sentía debilitado. Pero el domingo ya estaba preparado, con ganas de comer (por fin) y de luchar por seguir en el podio. Había ido acercándome a mis rivales cada sesión que pasaba y el warm up fue bastante bien, así que todo apuntaba a un gran premio interesante y donde podía intentar seguir la estela de Casey y Valentino.

No sé qué pasó. Estaba en la parrilla concentrado, escuchando música en mis gafas Oakley MP3, pero a la vez relajado, bromeando con los mecánicos. No tenía nada que perder y sí mucho que ganar... ¿Qué pasó? No lo sé ni yo. Como dije a los periodistas que acudieron a mi conferencia de prensa, fue un error de júnior. Y por eso quiero culparme sólo a mí, no a mí estómago, ni al restaurante que hizo la sopa indigesta (tampoco estaba tan mala, por cierto), ni a ser la primera vez que salía desde la segunda fila en toda la temporada. A las dos horas me encontré con el padre de Nicky y con su representante. Les pedí disculpas y la verdad es que se portaron genial conmigo, pues me animaron más que otra cosa. Son de lo mejor que hay en el paddock. Les deseo lo mejor.

Disculpas a Nicky. Hoy ha sido el turno de toparme con Nicky, en el aeropuerto de Melbourne, yendo a Kuala Lumpur. Y aunque le fastidia, y mucho, sabe que ha sido un hecho aislado, que ya no soy el del dos y medio. Me cabrea porque sé lo mal que lo ha pasado y lo está pasando esta temporada, por eso desde aquí le vuelvo a pedir disculpas. La última vez que tuve una caída en el inicio fue en Francia 2006, antes de mi primer título, cuando otro piloto me golpeó por detrás. También me ha sabido muy mal por mi equipo, pues menudo jarro de agua fría le cayó encima. Han cruzado el globo para que la carrera terminase en cinco segundos.

Ya estoy en Malaisia. Mientras escribo estas líneas es medianoche en Malaisia, las tres para mi cuerpo si cuento el cambio horario australiano. En España, media tarde, calculo. Perdonadme si estoy un poco espeso, pero entre el cansancio y el golpe recibido, no es para menos. Al final me quedaré en el hotel del equipo, a diez minutos de Sepang. Podré ir a la piscina, al gimnasio y relajarme un poco. Se me han quitado las ganas de hacer excursiones e ir a la playa. Pero es más por los dolores que por el Mundial, pues siempre lo di casi por imposible, por un sueño. En Australia quería rematar el subcampeonato, pero tendré que esperar al domingo o incluso a Valencia.

Las heridas. Me duele un poco el dedo y tengo ganas de que sea jueves para que me lo miren en la Clinica Mobile. La nariz también me molesta y espero que no sea nada y no me quede una señal de guerra. Por fortuna, en el avión me he encontrado al doctor Macchiagodena, que ha echado un vistazo a las heridas para así quedarme más tranquilo. Este fin de semana no paro de repartir gracias. También a todos vosotros por apoyarme, pues en mi caso valoro mucho más estos momentos que los triunfos.
Las Torres Petronas. Ah, por cierto, mañana tengo previsto un evento del patrocinador del equipo Petronas. La petrolera malaya, que ha entrado este 2009 en el equipo, nos lleva a sus famosas torres de Kuala Lumpur, el símbolo de la ciudad. Toda una experiencia que podremos disfrutar todo el equipo Fiat Yamaha.

miércoles, 7 de octubre de 2009

LA IMPORTANCIA DE VOLVER A LOS ORÍGENES


El astronauta. Hola Houston. Saludos desde la Luna. Cambio. Que os gustó la carrera del domingo en Estoril. Cambio. Me alegro. A mí también mucho y mi colega Armstrong me dice que lo mismo. Cambio y corto. Je, je je. Como veis, aún sigo en la luna, porque esta victoria hay que celebrarla antes de volver al trabajo y pensar en Australia.

El factor Mallorca. Creo que este triunfo se fraguó tres semanas antes de la carrera. Pasar el tiempo que pasé en Mallorca montando en moto con mi padre me dio mucha técnica y capacidad. Es bueno volver a los orígenes de vez en cuando y eso evitó que me relajara en este parón, como supongo que le habrá pasado a algún piloto. Yo me tiré cinco días seguidos pilotando en la escuela de mi padre con unas Yamaha de 125. Son motos con muy poca potencia que te obligan a pilotarlas siempre al límite para que vayan con alegría. De lo contrario, no sales de la curva. Eso me da una sensibilidad muy grande, porque son motos con tendencia a perder la rueda delantera y no paras de corregirla. Aún así besé el suelo unas cuantas veces, creo que cuatro o cinco. No me pasó nada porque, aunque buscaba el límite, es muy difícil hacerse daño con estas motos ya que son muy bajas y corren poco. No creo que pasen de 100 por hora. El que quiera ver imágenes que entre en youtube y busque por 'Lorenzo Competición'. Hay un montón de vídeos.

No sólo gimnasio. Influencia técnica al margen, ya tenía ganas de volver a entrenar con la moto aparte del gimnasio. Notaba que me faltaba eso y lo he recuperado un poco, tanto que ahora mismo estoy a punto de irme a Mallorca a repetir método de entrenamiento. Se viene conmigo Ricky Cardús, mi amigo, y así aprovecharemos para preparar su carrera del CEV y la mía del GP de Australia. A él también le ha encantado mi casco de astronauta. Nunca había recibido tan buenas críticas por un diseño.

La idea. Todo surgió hace tres meses, cuando Héctor me dijo que se cumplían cuarenta años de la llegada del hombre a la Luna. Pensé que sería bueno conmemorar eso y le di muchas vueltas a la cabeza. Me pareció complicado, porque el casco de astronauta es mucho más grande y redondo, mientras que el nuestro es más afilado, pero pintándolo de negro delante parecía la pantalla enorme del casco de Armstrong. También puse las banderas de EE UU, la palabra NASA la cambié por la de GANA y detrás puse la huella de la primera pisada y la frase de un pequeño paso para el hombre y un salto gigante para la humanidad. Estuvimos dos semanas haciendo pruebas y la que mejor quedó fue la que usé en Estoril.

El campeonato. Vuelvo a estar cerca de Rossi... En todas las carreras del año he intentado darlo todo, pero ha habido fallos, como las caídas de Donington, por pisar la línea blanca, y la de Brno. Son caídas por querer ganar y me dejaron a cincuenta puntos antes de Indianápolis. Entonces dije que el campeonato estaba casi imposible, pero hemos ido recortando y vuelvo a estar ilusionado con esa posibilidad del título. La fuerza para no haber arrojado la toalla antes la saco de tomarme cada carrera en serio, independientemente de las opciones de título que tenga o de si estoy mejor o peor físicamente. Conviene que el cerebro no se preocupe de demasiadas cosas e ir siempre a por todas.

Stoner. Ha sido una gran alegría para mí volver a encontrarme con Stoner. En las carreras en las que no ha estado ha faltado algo. Él es una gran pieza de este campeonato y tiene un gran talento. Este fin de semana hemos tenido más relación. No sé muy bien por qué, pero he podido conocerle mejor. En la rueda de prensa me salió de dentro aplaudirle cuando terminó de hablar. Sé que no ha sido nada fácil para él estos meses de dudas y angustias que ha pasado.

Ánimos. Me gustaría terminar mandándole ánimos a Bautista, para que siga intentando ganar el título de 250. No te desanimes porque aún es posible. Y también para Simón, que estuvo cerca de ser campeón ya en Portugal. No te preocupes por el tropiezo, que el título va a ser tuyo seguro. ¡Cuántos motivos de alegría tiene la afición española! Que dure lo más posible.