martes, 8 de septiembre de 2009

¡ESTAMOS EN 2009 Y YA HABLAN DE 2011!

Evolución. Acabo de llegar a Barcelona y, en el taxi que me llevaba a casa, he podido ver el AS. Me he quedado impresionado con la foto de la carrera de Misano, la de la caída entre De Angelis, Edwards, Hayden y en la que yo me llevo un golpe tremendo. Es un milagro que no me cayera y en el momento no supe que había sido De Angelis el causante de todo. Me lo dijeron después y tampoco me sorprendió. Es el piloto con el que más problemas he tenido en el pasado. Pero yo sí he aprendido bastante de mis errores y también a controlar el ímpetu que me movía. Él, en cambio, aún insiste en esos fallos debido a un exceso de agresividad mal entendida.

La experiencia. Cuando eres joven y tienes talento, te ves capaz de ir muy rápido y de hacer grandes carreras por sistema. Lo que pasa es que, en la mayoría de los casos, lo difícil es conseguir regularidad. La falta de experiencia es lo que te provoca caer en errores y, con el tiempo y con los palos que te va dando la vida, aprendes a distinguir cuando hay que ser más calmado y cuando es mejor asegurar. Sé de lo que hablo porque, tras el incidente de Japón 2005, con De Angelis y Pedrosa, me sancionaron con una carrera y eso me calmó bastante. En el momento me lo tomé mal y pensé que era una injusticia, pero con el paso del tiempo te das cuenta de las cosas. Aunque es bonito arriesgar y hacer disfrutar al público, hay que medir los riesgos. En Misano tuve en cuenta esto que digo. Tuve muchos problemas durante todo el fin de semana, la salida tampoco fue buena y me costó mucho pasar a Elías y Pedrosa. Cuando me puse detrás de Valentino, ya se me había escapado y, además, el brazo izquierdo me dolía mucho, pero no creo que sea síndrome compartimental. Cuando te ves en unas circunstancias tan negativas respecto a tu rival, piensas que lo mejor que puedes hacer es segundo porque, ni arriesgando muchísimo, crees que le vas a coger. Lo mejor en Misano era cortar gas y acabar segundo, porque lo contrario me habría llevado a una caída. Me ha metido cinco puntos, pero sigo vivo en la pelea por el campeonato. Aunque repito que el título no es lo que más me interesa, mejor estar cerca porque nunca se sabe...

El burro de Rossi. En Misano cambiamos mi Capitán América por el burro de Rossi, el que se puso en el casco, y las orejas con las que subió al podio. Es una de las celebraciones más divertidas que le he visto hacer a Valentino y me reí cuando vi el casco que sacaba. Él es un especialista en darle la vuelta a las cosas y estuvo muy bien en ese aspecto, pero no fue el único, porque también en el podio trató de acallar a los que se pusieron a silbarme. Lo vi algo normal como una reacción para arropar al suyo.

Sus declaraciones. Se ha hablado mucho estos días de que Rossi y yo no podamos estar juntos a partir de 2011. Él dice que es imposible. ¡Estamos en 2009 y ya hablan de 2011! Yo no tengo tan claro que no podamos seguir así porque hacemos una buena pareja y Yamaha se está llevando casi todas las victorias. Eso sí, como aficionado sí que me parecería interesante verle subido en la Ducati. Pero lo digo sólo como aficionado, porque como piloto prefiero que se quede muchos años. Tiene más mérito ganar así.

El lío de 125. No me gustó el comportamiento antideportivo que todos vimos en el lío de 125cc pero, cuando estás en caliente, a veces los nervios te traicionan y haces cosas que en frío no lo harías. Merecía una sanción Iannone y, como no le conozco, no sé si habrá aprendido la lección para el futuro. Además, está claro que Espargaró no da asco. En todo caso, los italianos y los españoles somos primos hermanos.

Vacaciones forzadas. El calendario nos depara nuevamente un parón de tres semanas y lo voy a aprovechar para irme a Mallorca a entrenarme con mi padre. Lo hice ya antes de Indianápolis y me gustó mucho recuperar las sensaciones de cuando era pequeño. Voy a aprovechar para derrapar en tierra y asfalto, como cuando tenía diez años. Me gusta volver a llevarme bien con él. Padre y madre sólo hay uno de cada y hay que disfrutarlos mientras podamos.

sábado, 5 de septiembre de 2009

EL CAPITÁN AMÉRICA REGRESA CON FUERZA

Alegría. Escribir tras ganar una carrera me resulta más fácil que tras las caídas de Donington y Brno. Eso sí, ni caí sumido en una depresión entonces ni tampoco me voy a volver loco ahora por haber ganado en Indianápolis, aunque os puedo garantizar que estoy muy feliz y que en el equipo nos vemos otra vez ahí, después de celebrarlo en un restaurante brasileño en el que cayeron unos cuantos mojitos. Me hace mucha gracia cómo funcionan estos rodicios, con una cartulina de dos colores, verde y roja, para pedir que te traigan más carne o para que dejen de hacerlo.
En la Prensa local. Me ha emocionado verme al despertar en la portada del 'Indianápolis Star'. Ponía: "Jorge Lorenzo certifica su victoria con un caballito y con el escudo del Capitán América". Y también en el 'USA Today', aunque ahí sólo media página.

El motivo. Supongo que resulta evidente el motivo de mi disfraz en esta ocasión. Pero quiero contar una historia que quizá no todos sepan. Soy aficionado a los cómics y tengo entendido que el Capitán América había muerto en el relato de hace un par de años. Steve Rogers, que era el personaje que daba vida al superhéroe, murió tiroteado a la entrada de un juzgado por un francotirador, pero con mi victoria del domingo demostramos que el Capitán América no ha muerto, que sigue vivo y regresa con fuerza, un poco como yo en MotoGP.

El análisis. No era la carrera en la que me veía con más posibilidades de conseguir la victoria, porque Pedrosa había demostrado un ritmo muy fuerte. Lo bueno es que Valentino y yo rodamos más rápido que en los entrenamientos y eso impidió que Dani se escapara, aunque no creo que nos favoreciera que bajara la temperatura unos grados.

La salida. No entiendo por qué salí mal, sobre todo teniendo en cuenta que las últimas salidas que había practicado me habían salido bien. Es más, en un primer momento, me pareció buena la que había hecho, pero me empezaron a pasar pilotos acelerando y tuve que jugármela en la primera curva. Como ya estoy acostumbrado a salir mal, me abrí por fuera para intentar ganar posiciones, porque por dentro habría sido peligroso, recuperé los puestos perdidos y me puse tercero.

Primeras vueltas. Pensé que Pedrosa podría escaparse y me preocupaba que Rossi pudiera hacerme tapón, pero no fue así porque él pudo seguir bastante bien su estela. Cuando Dani se fue al suelo, entendí enseguida que la carrera iba a cambiar, que iba a ser más cómoda.

Con Rossi. Lo sabía por qué Valentino no tenía el ritmo de Pedrosa. Estudié a Rossi dos vueltas. Sólo me costó seguirle en la primera, pero luego me pareció sencillo. Incluso pensé que él quería dejar pasarme, pero después se vio que iba muy forzado en esos tiempos. Quería intentar escaparme con mucha carrera por delante y por eso le pasé pronto. Por cierto, no se me pasó la caída de Brno por la cabeza en ningún momento.

La celebración. Esta fue la primera celebración que tenía preparada en lo que va de temporada y, qué casualidad, salió a la primera. Me puse el escudo de Capitán América para acompañar al casco que ya llevaba con su diseño. Quería haberlo tenido en Laguna Seca, pero allí no llegó a tiempo. Tuve que dejar esta vez la bandera de 'Lorenzo's Land' porque, entre hacer el Spiderman trepando por la valla y disfrazarme de Capitán América, hubiera tardado demasiado en llegar al podio. Reflexión final.

Un apunte final. Creo que mucha gente tiene la sensación de que Estados Unidos está por encima de Europa en muchos aspectos, pero en la mayoría de ellos es mentira y es un país obsoleto en muchas cosas. Sí está por delante en cine o cómics, algo que me encanta, y por eso me pareció bien ir así.