JET LAG IN USA

Son las 8 de la mañana del martes en la costa oeste de Estados Unidos y acabo de llegar exhausto del GYM del Hotel Marriott. “¿Cómo llegas del gimnasio a esas horas si normalmente es a esas horas cuando la gente se despierta?”, os preguntareis. La cuestión es que llegué ayer de Frankfurt a finales del mediodía después de más 10 horas de vuelo. Comí a las 15.30 y me metí en la cama a las 17 pensando que echaría una cabezadita de una o dos horas. “Luego nos vemos”, le dije a Héctor, mi jefe de prensa. Pues tal era mi sueño que me he levantado a las 4.30 de la mañana. Cosas del jet-lag…

Ahora, justo después de terminar esta columna, nos vamos a uno de los muelles de North San Francisco. En el de al lado, creo que es el Pier 31, salen barcos cada dos por tres hacia Alcatraz, la isla en la que se encuentra la prisión más famosa del mundo, de la que dicen que nadie ha podido escapar nunca con vida, ni Al Capone. A las 11.30 horas comienza un acto de Dorna en el conocido Hard Rock Café, donde atenderemos a la prensa del país. Justo después me hubiese gustado ver Alcatraz, hacer esas visitas guiadas mediante auriculares de la que me han hablado todos los miembros de mi equipo. “Holly” Llansá, “Crippetz”, Carleto, Ullate, Bibbo y compañía me han puesto los dientes largos. ¡Son muy picantes! Las visitas están llenas hasta diciembre, pero ellos compraron con antelación, cosa del telemétrico. ¡Gran Carleto! En mi caso, otro año será. Me conformaré con hacer una ruta de dos horas en coche hasta el hotel de Monterey, la ciudad más cercana al trazado de Laguna Seca.

No quiero dejarme a lo que he venido a Estados Unidos, a correr. Es el primero de los dos grandes premios que se celebrarán este año aquí. El segundo será en Indianápolis, donde ninguno de nosotros hemos corrido porque se estrenará en septiembre. Pero la particularidad del circuito al que vamos este domingo es que sólo se disputa la categoría de MotoGP. El año pasado me quedé con las ganas de montarme a una de las 800cc que había por el paddock. Recuerdo perfectamente que me desplacé hasta Monterey gracias a la invitación de Televisión Española, quienes me propusieron que hiciese de comentarista. Fue divertido estar al otro lado y sentir en primera persona cómo hablan de ti (es decir, de los pilotos que hay en la pista) los especialistas. Pude dar una vuelta al circuito, pero fue en bicicleta. Espero hacerla más rápido a partir del viernes.

Sobre Sachsenring que os puedo contar… No esperaba que a las dos vueltas se terminase mi carrera. Fue una pena que un neumático no me permitiese realizar una gran carrera porque me encontraba realmente bien, muy convencido y salía desde la mejor posición desde Le Mans, donde también fue quinto en los entrenamientos oficiales. Como veis, no quiero darle muchas vueltas a lo ocurrido. No miro atrás. No hay tiempo que perder porque viene el temible sacacorchos.